domingo, 15 de enero de 2017

La avaricia rompe el saco!!!

LA AVARICIA


Se define como el afán o deseo desordenado de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie. Uno quiere más de lo que necesita por el hecho de poseerlo, sin que luego sea capaz de disfrutar todo lo que tiene. En su grado más alto, el avaricioso se esfuerza de forma interminable por satisfacer necesidades acumulando tesoros, si llegar realmente a satisfacerlas.

El avaricioso acumula muchas riquezas como el codicioso, pero a diferencia de este es incapaz de disfrutar de ellas, está en constante sacrificio para no gastar, para no perder nada de sus posesiones. El avaro que consigue poseer muchas riquezas sigue viviendo como un pobre con el único objetivo de no perder nada.

El ahorrador compulsivo o el tacaño, no trata de acumular riquezas como el avaricioso, su objetivo es no gastar, ahorrar.

En la literatura y en los cuentos tenemos ejemplos de personajes avaros, como el avaro personaje del cuento de Navidad, el ciego en el Lazarillo de Tormes, el miserable Mr. Burns de Los Simpson, dueño sin corazón de una ruinosa central nuclear, etc. Pero en el mundo real tenemos también y podemos encontrar avaros y a su vez codiciosos en los juzgados. El avaro en su codicia de tener más y más puede llegar a engañar y robar.

Todos y ante diferentes situaciones tenemos un grado de avaricia, pero qué es lo que puede llevar a una persona a ser avaro en esencia. Una de las cuestiones que podemos plantear es la ansiedad o el temor a la incertidumbre en cuanto al futuro, a la inseguridad que siente ante lo que pueda venir. Es el miedo ante posibles hechos lo que hace al avaro atesorar para enfrentarse a los mismos con las arcas llenas. La percepción del avaro ante el futuro suele ser muy pesimista y suele llegar a tener un miedo irracional a la pobreza del futuro.

Otra peculiaridad del avaro es su estilo de vida. Pese a que podría vivir de forma acomodada, el avaro tiende a vivir de forma miserable. El miedo que tiene a llegar a la pobreza no le hace sino vivir como si ya fuera pobre.

Las relaciones sociales del avaro como podemos esperar son muy escasa y poco intensas. La avaricia les hace carecer de solidaridad y de empatía con los demás. Si no gasta en uno mismo tampoco va gastar en los demás.

Si el avaro no disfruta de sus riquezas y es incansable en el trabajo para ganar más y más, estamos ante una persona que sufre, que ha caído en las garras de la avaricia. Cuando, además, la avaricia llega a ser de tipo obsesiva, cuando acumular posesiones es lo único que le importa, esta obsesión puede desembocar en patologías más graves, llegando a distorsionar la realidad y a desconectar emocionalmente de los demás.

Afortunadamente no tantos llegan a estos límites. El límite nos los proporciona nuestros principios éticos y la empatía con los demás. La mayoría llegamos a tener un grado de avaricia socialmente aceptado.
La avaricia también suele ser comparativa, el avaro no es que quiera tener tanto, es que quiere tener más que los demás. Se desea superar a los demás. A todos nos importa lo que los demás piensen de nosotros, y el tener más nos hace ser más envidiables.

La motivación para ser avaricioso la tenemos en cada rincón de nuestra sociedad y en cada esquina del día a día. Llegar a tener una buena economía, poder, seguridad, etc., son deseos que están en la mayoría de nosotros y que vemos reflejados como una constante en una sociedad de consumo.

Esta sociedad en la que nos encontramos nos alienta a tener más de lo que necesitamos, a tener el último modelo, a consumir por consumir, sin duda, es una sociedad que se encarga de producirnos múltiples necesidades. Y cuando vemos que puede peligrar el poder cubrir todas esas necesidades, es cuando caemos en la trampa de la avaricia.

Las situaciones de crisis o de carencias son también un motor de producción de personalidades avariciosas. El miedo a caer en paro, a no tener para pagar la hipoteca, a perder nuestra casa, a bajar nuestro estatus social, etc. son miedos que nacen de una crisis económica que motiva acumular por si acaso, para evitar el miedo que nos produce las situaciones de perdida que pudieran darse.

La avaricia rompe el saco, desear tener y tener más de lo que necesitamos puede hacer que perdamos lo que hemos ido acumulando y otras cosas que son más importantes. La avaricia siempre pierde.


sábado, 7 de enero de 2017

Como ir de rebajas y no morir en el intento!!

ENERO: EL MES DE LAS REBAJAS

Un año más llegan ya las codiciadas rebajas del mes de enero. Casi sin quererlo caemos frecuentemente y de manera rutinaria y compulsiva en la compra de las más y mejores ofertas. En muchos casos estamos motivados más que por nuestras necesidades, por el anunciado y fabuloso descuento de los productos. Uno puede llegar a comprar cosas que incluso no llegará a usar en la vida, simplemente por estar de superoferta.

Además de los gastos producidos por las compras típicas de las fiestas navideñas, llega este mes de enero y tenemos muchas veces la necesidad de entramparnos, sin que sea necesario, para poder hacer el habitual gasto en estas rebajas.

Desde el punto de vista de la personalidad humana no todos tenemos las mismas necesidades, ni nos sentimos atraídos por las rebajas de estos días de igual manera. Algunos, los que menos, están acostumbrados a cubrir algunas necesidades de tipo afectivo con el consumo de caprichos que dan cierto placer que puede cubrir ciertas carencias. En estas situaciones en que las personas han aprendido a cubrir de esta forma sus necesidades, es preciso un cambio importante en el nivel cognitivo, emocional y personal para evitar caer en las compras compulsivas y aprender, en muchos casos, a poder nutrir las necesidades afectivas de una forma saludable.

Cuando por el tipo de personalidad y necesidades somos más sensibles a caer en las redes de las rebajas, uno puede llegar a sentirse mal por la falta de control que uno siente y las dudas que provoca. Podríamos hablar, incluso, de patología cuando se siente la necesidad de consumir de forma compulsiva y se pierde el control en las compras. Los que están a su alrededor deben intentar ayudar a estas personas en la toma de conciencia de su problema, el incremento de su control y el refuerzo de la seguridad en sí mismos.

Hay compradores muy prácticos que saben aprovechar los descuentos esperados de estos días para hacer sus compras. Estos están esperando o se anticipan a sus propias necesidades. Pero hay que ser a veces un héroe o heroína para no sentirse atraído por los fabulosos precios de algunos utensilios que sin tener necesidad de ellos finalmente terminamos adquiriendo por el mero hecho de ser una ganga.

Algunos consumidores, más sensibles a caer en estas redes de las rebajas, pueden comprar compulsivamente y llegar a sentirse mal por ello. Al ir de comprar todos nos autocontrolamos para comprar lo que necesitamos y lo que más se acerque a nuestros deseos o caprichos, conjugado todo ello con nuestro presupuesto. Con todo esto y nuestro propio autocontrol decidimos el consumo o no de ciertas cosas. Puede también ocurrir que se disminuya nuestro control por el efecto consumista de las rebajas y, lleguemos a comprar cosas que en cualquier otra ocasión hubieran pasado desapercibidas a nuestras necesidades y nuestros bolsillos.

Algo similar a las rebajas de estos días ocurre con las compras en “las antiguas tiendas de todo a veinte duros” (o de todo a euro). Lo más difícil es entrar en una de ella y salir con las manos vacías, sin comprar nada (salvo que los días anteriores ya hubiéramos realizado nuestras compras en ellas). Nos atrae en estos comercios el bajo precio y los utensilios tan variados, con lo que siempre se suele encontrar algo o bien que cubra una necesidad o un capricho. Dado su coste mínimo generalmente no nos privamos de estas compras.

También existen los verdaderos artistas en esto de las compras en rebajas que saben, esperan y encuentran siempre lo que necesitan al mejor precio. Generalmente se trata de personas que al menos disponen de tiempo suficiente, ya que esto de las buenas compras no solo requieren control, reflexión y dinero, sino además un mínimo de tiempo para llegar a encontrar el comercio más adecuado y que tenga la mejor relación calidad-precio en las rebajas de estos días.


Para ser un buen consumidor es importante, además del autocontrol, la reflexión y el tiempo, como hemos visto, el aprendizaje de nuestros propios errores en nuestras compras anteriores. Los bajos precios, las buenas ofertas y oportunidades no deben engatusarnos, sino ofrecernos la posibilidad de cubrir nuestras necesidades a un mejor precio.

martes, 3 de enero de 2017

"COMO SER MAGO EN REYES"

         COMO SER MAGO EN REYES  



Como cada año con las fiestas navideñas, todos los papas se plantean como ser unos buenos reyes magos y coordinar y arbitrar todos los posibles regalos que en estos días irán dejando también sus majestades para sus hijos en los hogares de los familiares y amigos.

La ilusión de nuestros hijos con la llegada de los reyes magos debe ser mantenida y apoyada por nosotros todo el tiempo que nos sea posible. No hay una edad determinada para que ellos conozcan la realidad. De hecho, muchos niños conociéndola se aferran al mundo de sus fantasías para así poder disfrutar un poco mas de estas fechas.

A medida que nos acercamos más a la Navidad, nos bombardean toda nuestra cotidianeidad con abundantes propagandas e informaciones de los juguetes que nuestros niños pueden solicitar. Algunos anuncios incluso vienen con la carta de los reyes magos hecha. Nuestros hijos se ven así sumergidos en este marketing de los juguetes. Tienen que elegir entre un amplio, amplísimo abanico de posibilidades. Esto que por un lado amplía las posibilidades de los padres, en ocasiones se vuelve en nuestra contra si no somos capaces de encontrar el juguete preferido, que suele coincidir con el de mayor marketing y que en muchas ocasiones se agota. Y es cuando ante la posible desilusión de nuestros hijos, muchos padres comienzan una incansable búsqueda del más precioso tesoro, ese que está agotado en la mayoría de las tiendas.

Pero algo podemos hacer. Lo primero que debemos intentar es participar con nuestros hijos de la elección de los regalos. Con los más pequeños es fácil ir convenciéndoles de las ventajas y desventajas de cada una de las opciones, sin que en ningún caso ellos pierdan la ilusión. Al menos deben recibir algo de lo que ellos han solicitado, pero podemos incluir otros regalos que a su vez sean más aconsejables.

Para los más pequeños, los juegos simbólicos, una muy buena opción a elegir, son juegos recomendados para niños a partir de tres años en adelante y son aquellos por medio del cual el niño representa situaciones de la vida cotidiana y sus fantasías de manera simbólica. Se trata de los disfraces, casas de muñecas, muñecos y sus utensilios, cocinitas, marionetas, familias de animales, garaje de cochecitos, etc.

Para niños un poco mas mayores, una buena opción también son aquellos juegos en los que el niño debe jugar con alguien y donde todos estos sujetos a una serie de normas. La gama de juegos de mesa es muy variada. Enseñan a respetar las reglas de los juegos, a desarrollar estrategias para tener éxito y aprender también a saber perder. Tenemos juegos de mesa tradicionales como las damas, el ajedrez, el parchís, domino, las cartas y otros más sofisticados para incluso jugar toda la familia.

Otros juegos ayudan a nuestros hijos a aumentar la creatividad como son los juegos de construcciones y juegos de plástica; otros estimulan los sentidos, la memoria y la propia inteligencia, son los llamados juegos inteligentes. Otros muy interesantes para los más pequeños son aquellos que ayudan a desarrollas la psicomotricidad fina, como la plastelina, y la psicomotricidad gruesa, como los patinetes, bicicletas, patines, balones. 

Podemos incluir también algún instrumento musical o juguete musical y por supuesto no debemos olvidarnos de los libros. Hay libros para todas las edades y para que los niños aprendan a disfrutar con la lectura es tarea de sus padres fomentarla desde muy temprana edad.
             
Contamos en el mercado también con una amplia gama de juegos de ordenador. Es interesante que los niños tengan un buen acercamiento lúdico al mundo de la informática. Es imprescindible seleccionar aquellos que sean adecuados a la edad de nuestros hijos, que sean didácticos y sobre todo que no contengan ningún tipo de agresividad y violencia.

Los juguetes son muy importantes en la noche de reyes, pero también es fundamental para los niños todo lo que rodea está noche. Quien no recuerda de su niñez aquellas noches interminables de espera, noches fantásticas de ilusión en las que al despertar nos encontrábamos un zapato o calcetín con regalos. Todo lo simbólico y ritual de la noche hace que ésta sea aún más fantástica y emocionante. Dejemos que los niños y nosotros mismo disfrutemos de la magia de esta noche acudiendo a la cabalgata, adornando el salón, dejando los zapatos o calcetines, preparando una fuente con turrones y champan para sus majestades, etc.

Por último, el mejor consejo para que nuestros hijos disfruten de un inolvidable día de reyes, es convertirnos en niños y disfrutar con nuestros hijos de sus juguetes, compartir la alegría y la ilusión de la incertidumbre hasta el último momento, desenvolver y trasmitir la magia del momento, compartir los sueños, los juegos, sin duda el mejor de los regalos es vivir con ellos estos momentos.