lunes, 20 de marzo de 2017

LA PRIMAVERA LA SANGRE ALTERA...

LA PRIMAVERA Y EL ESTADO DE ANIMO

Llega la primavera dejando a un lado el frio del invierno con su agradable temperatura, los campos lucen una amplia gama de colores, las plantas empiezan a brotar y toda la naturaleza renace y florece llenando el ambiente de nuevos aromas.

Oficialmente la primavera comienza el 21 de marzo, momento preciso en que se produce el equinoccio primaveral cuando el día iguala a la noche.

En esta época del año no solo aumenta la temperatura, también lo hace la luz ambiental. Los días se hacen cada vez más largos, se producen cambios en los niveles de humedad, se dan modificaciones en la presión atmosférica y en las condiciones climáticas.

Las investigaciones nos muestran como todos estos cambios que trae la primavera en los humanos favorecen la secreción de hormonas relacionadas con la atracción sexual y que influyen positivamente en el estado de ánimo; estas son las feromonas (hormonas de la atracción), la oxitócina (hormona del amor), la dopamina (hormona del placer y la motivación), la serotonina (estado de ánimo) y la noradrenalina (calma la ansiedad).

Por otro lado, esta estación de cambio y despertar de la vida invita a salir y pasar más tiempo fuera de casa. Nos anima a disfrutar del aire libre y de la naturaleza. El aumento de luz y su amplitud a lo largo del día se relaciona con la melatonina lo que produce que necesitemos menos horas de sueño al día para sentirnos descansados y hace que nos sintamos con mayor energía y con más ánimo para hacer más cosas. Todo esto produce también cambios en nuestro metabolismo, y así al estar activos más tiempo nuestro cuerpo necesita comidas más ligeras que nos permitan mantener el ritmo que exigen nuestras actividades, y a la vez, un número mayor de comidas que nos permitan compensar el mayor gasto de energía. 

En esta época tenemos una mayor apertura a la comunicación, al amor y a la sexualidad. Como hemos visto somos más activos y nos sentimos con más energías, más positivos, más contentos.

Aunque generalmente la primavera se relaciona con esta imagen positiva de la vida, del crecimiento y de la felicidad, no a todos nos afecta de igual modo. Con la primavera llegan estos cambios emocionales positivos casi de euforia, pero también puede darse los cambios de forma negativa, lo que ha llegado a llamarse astenia primaveral. Esta se produce cuando se genera el efecto rebote tras el exceso de energía y se caracteriza por el cansancio o incapacidad para concentrarse ente las tareas diarias, provocando tristeza, fatiga e insomnio.

La astenia es generalmente transitoria y tiene que ver con la dificultad para adaptarse a los cambios que trae la primavera. Según algunos estudios una de cada 10 personas sufre en mayor o menor grado la astenia primaveral y se presenta más en mujeres entre los 20 y 50 años.

Para adaptarnos a la llegada de la primavera es recomendable seguir una buena rutina de sueño con una duración entre 7 y 8 horas al día, tener una dieta sana y equilibrada pobre en azucares y alimentos difíciles de digerir, debemos hidratarnos frecuentemente bebiendo abundante agua, y debemos realizar ejercicio físico regular al aire libre aprovechando el buen tiempo. Es recomendable también aprovechar el aumento de energía para dedicarnos más tiempo a nosotros mismos y a los nuestros. Por último es bueno saber aprovechar todos los cambios a mejor, sin olvidar dosificarlos poco a poco para mejorar nuestra adaptación a los mismos.




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