LA
RELAJACIÓN
El estado de relajación es de gran interés para todo el público en general. Con el
tren de vida que actualmente llevamos, cada vez más nos damos cuenta de la
necesidad tanto física como psíquica de relajarnos para poder continuar con
nuestra actividad. La relajación permite disminuir la tensión y recuperar o
mantener un estado de equilibrio y de bienestar.
Jacobson
y Schultz, los dos grandes teóricos de la relajación, han desarrollado dos
métodos ampliamente usados en todo el mundo para la relajación. Con el método de Jacobson
aprendemos a relajarnos contrayendo primero los músculos y después
aflojándolos. Los ejercicios alternan contracciones y distensiones, produciendo
la relajación de los músculos y el sistema nervioso. En el método de Schultz se
utilizan imágenes mentales que ayudan a la distensión física.
No todos
tenemos la misma capacidad para relajarnos, no todos somos igual de nerviosos,
ni tenemos la misma necesidad de relajarnos. La relajación no se produce por
arte de magia. Se puede conseguir por ejemplo ante situaciones como un buen masaje dentro de un baño
caliente de burbujas o tumbado en una playa con el sonido del mar. Estas son situaciones que pueden favorecer la relajación. Cada uno sabe cuales son las situaciones que le suponen una ayuda para el relax.
Resulta que no en todos los momentos o situaciones
tenemos ocasión o tiempo de meternos en la bañera para relajarnos o podemos encontrarnos en una playa. Es necesario sustituir estas sitauciones que facilitan nuestra relajación por un buen entrenamiento que debe
ser guiado por un profesional, de esta forma conseguiremos relajarnos en
cualquier sitio o situación en un tiempo reducido, y especialmente en aquellas situaciones que nuestros estres se puede disparar. Por ejemplo, si uno debe dar
una conferencia y se encuentra muy nervioso ante el público que le espera,
podrá en pocos minutos relajarse si ha sido entrenado, para así enfrentarse
más tranquilo a esa situación que le produce tensión.
Los
efectos positivos tanto físicos, como psicológicos y emocionales de la relajación son
numerosos. Así, se utiliza tambien la relajación en respuestas molestas de alto nivel de tensión que
interfieren con la ejecución de otra conducta, como el insomnio o los dolores de cabeza tensionales. En general la
relajación es ventajosa para todos los que experimenten algún tipo de tensión.
La
relajación se utiliza en muchas ocasiones como estrategia de un tratamiento específico. Así se
utiliza en la técnica de Desensibilización
Sistemática de Wople, como una respuesta incompatible a la ansiedad.
También se usa en la Sensibilización
Encubierta como forma de incrementar la concentración de la atención y la
claridad de la imagen. En la Relajación
Diferencial para reducir la tensión durante todo el día y en algunas técnicas para aliviar la ansiedad como respuesta agradable y condicionada que
termina con la propia ansiedad.
En los niños
también la relajación sirve para distender el organismo y disminuir el estrés
muscular y mental. Además, facilita una mejor calidad de la escucha, una mayor
receptividad y una participación más activa. La relajación ayuda a aumentar la
concentración y la memoria, mejorando así también el aprendizaje y la confianza
en sí mismo.
Al igual que
los adultos, después de una actividad intensa intelectual o física, la
relajación permite al niño tener un estado de bienestar, de tranquilidad y de
concentración necesarios para poder continuar con la actividad o emprender
otra.
Algunos
estudios muestran cómo la relajación ayuda a aprender con más facilidad y a ser
más constante en las actividades. La relajación aumenta la habilidad deportiva
y ayuda también a vencer la timidez. Puede ayudar a la disminución de tics
nerviosos y de otros síntomas derivados de la ansiedad.
El
entrenamiento en relajación aumenta la sensibilidad hacia nuestras propias
sensaciones corporales. La relajación ayuda a todo aquello que está relacionado
con el cuerpo, como la expresión corporal, el baile, el deporte, el incluso el dibujo.
Para aprender a
relajarse hay que dedicarle tiempo y ser contante, sobre todo en el
entrenamiento. Aunque los efectos no son instantáneos al principio y algunos
beneficios de la relajación son a largo plazo, cada sesión de relajación aporta
unos efectos positivos inmediatos. Tras dos o tres semanas de cinco sesiones largas de relajación por semana, se puede empezar abreviar la
relajación poco a poco hasta reducirla a unos cinco minutos.
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