EL
INDISPENSABLE PAPEL DE LOS ABUELOS
Los que hemos
tenido la suerte de poder disfrutar de nuestros abuelos sabemos el valor de
estas relaciones. Difícil es mejorar la atención entrañable de los abuelos a
los nietos.
El papel que
han tenido tantos abuelos en los últimos años no solo ha sido un regalo para
los nietos, sino una posibilidad de existencia para los mismos.
La
incorporación de la mujer al mundo laboral sin las medidas necesarias para una
adecuada conciliación, ha ido aumentado la edad de ser madres y ha bajado la
tasa de natalidad en los límites actuales. Pero que hubiera sido de tantas
familias sin el papel cuidador y conciliador de los abuelos, seguramente no se
hubieran podido plantear ni siquiera tener hijos.
En muchas
familias ha sido imprescindible el papel de estos abuelos. Estos han seguido
ejerciendo en el papel incondicional de padres y han apoyado totalmente a sus
hijos en la conciliación con sus nietos. Ha cuidado de éstos para que sus hijos
hayan podido seguir trabajando.
El crecimiento
de las guarderías afloro para dar respuesta a esta conciliación, pero no todas
las familias podían costearse estos gastos. Ha sido después, cuando han ido
surgiendo ayudas para apoyar estos gastos, que como la educación obligatoria, deberían
ser, si cabe un servicio gratuito y de calidad para el apoyo a los valientes
padres que deciden en estos tiempo traer un hijo al mundo.
Así en los
casos en los que las familias no podían costearse una guardería de uno y menos
la de dos de sus hijos, la única posibilidad para poder tener hijos es tener a
unos abuelos cerca que pudieran apoyar en el su cuidado y atención.
Los padres
concilian sus horarios encajándolos meticulosamente con los de la escuela
infantil y las obligaciones parentales. Pero, qué pasa cuando los horarios se
desencajan, que pasa cuando uno de los niños se levanta con fiebre, con tos,
con mocos, después de una mala noche. Menudo momento. No cabe otra alternativa
en muchas ocasiones que tirar del ibuprofeno mirando para otro lado y llevar al
peque a la escuela, con la congoja y culpa que nos acompaña todo el día, día en
el que a cada momento miramos el móvil desando que no suene con una llamada de
la escuela. Y en estos momentos, disponer de los abuelos es el mejor de los regalos.
Se dice que hay
que ser padre para saber lo que realmente se siente, pues debe ser igual cuando
uno es abuelo, hay que serlo para saberlo para poder sentirlo, pues el lazo que
se establece entre abuelos y nietos es difícil de describir si llega el caso.
Cabe ahora
hablar de otros abuelos que llegan a ser verdaderos superhéroes para esta
sociedad y por la que pasan desapercibidos. Posiblemente desconocidos para
muchos de los que estáis leyendo este artículo. Y pensareis, unos abuelos que
pueden hace algo más de lo que ya hemos comentado en el apoyo en la
conciliación. Sí, me refiero a los abuelos acogedores, los que cuando por las
circunstancias que sean sus hijos no se hacen o no se pueden hacer cargo de sus
nietos y antes de que estos pasen a un centro de protección, son los abuelos
los que se van hacer cargo de los peques en la figura de acogedores familiares.
En estos casos no solo van a ser un apoyo para los padres, les toca ejercer de
padres. Unos padres muy especiales y con una tareas difícil de desempeñar y
llena de trabas.
En al Comunidad
de Madrid las medidas de protección se realizan mediante acogimiento
residencial y acogimiento familiar ( en la mayoría de los casos los abuelos), y
la proporción ronda el 40/60%. En 2014 por ejemplo, de los 4.077 casos con
medida de protección, 1.671 menores se encontraban en viviendo en una
residencia de protección y 2.406 viven en acogimiento familiar, en la mayoría
de los casos con los abuelos. Esta proporción es bastante similar para el resto
de España.
En estos casos
no solo les toca a los abuelos hacer de padres, tienen la tarea de restablecer
la seguridad y la confianza de sus nietos en una figura de referencia adulta proporcionándoles
la estabilidad y cuidados necesarios de los que en muchas ocasiones han sido
privados, y que son necesarios para su adecuado desarrollo físico y emocional. Difícil
tarea de emprender a una edad madura, pero que tantos abuelos llevan a cabo con
la mejor de las herramientas, el amor y la paciencia.
Este papel que
ejercen los abuelos en cualquiera de sus versiones es imprescindible no para
muchas familias, sio para el resto de la sociedad actual y sin embargo pasan
desapercibidos para la mayoría.
Mi próxima
historia de vida que publicaré en unos días, relata el fuerte vínculo entre un
nieto y sus abuelos, y a lo que en ocasiones se enfrentan estas familias acogedoras.
Una historia en las que muchas de estas familias pueden verse reflejadas.
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