LA
ANOREXIA
La anorexia nerviosa es trastorno de alimentación que en
los últimos años su incidencia ha ido en aumento y que tiene graves secuelas
físicas, psicológicas y sociales. Es un trastorno que afecta además del enfermo,
a sus familias y al entorno más próximo.
La anorexia afecta mayoritariamente a mujeres prepúberes
o adolescentes y se caracteriza por un gran deseo en pesar cada vez menos, un
intenso miedo a la gordura y un peculiar trastorno del esquema corporal. Las
conductas más características de la anorexia son una intensa restricción
alimentaria, el ejercicio físico exagerado y las conductas de purga (vómitos y
uso de laxantes).
En los últimos 30 años la incidencia y prevalencia (el
número de casos y la duración media del trastorno) de la anorexia a ido
aumentando de forma alarmante en Europa, EEUU y Canadá, llegando a una
incidencia global de 0.45%. En España tanto la anorexia como la bulimia
aparecen diez años después que en el norte de Europa y tiene de característico
la rapidez de su propagación.
El anhelo de adelgazar o de mantenerse delgado se ha
convertido en nuestros días en un valor central de nuestra cultura y es un
hecho indiscutible su interiorización en todos nosotros. El modelo estético de
mujer que impera cada vez con más fuerza es el de delgadez de cintura para
abajo y voluminosidad pectoral. La mayoría de nosotros realiza cuanto menos
ciertas conductas anoréxicas, dietas, uso de laxantes y otros fármacos que
ayudan adelgazar, ejercicio...
Todos los medios de comunicación y divulgación nos
muestran constantemente el estereotipo de cuerpos delgados y distintos métodos
de adelgazamiento. Cada día resulta más complicado ir de compras y no dejarse
el pellejo en los probadores para encontrar un pantalón de nuestra talla. Interiorizamos
de alguna manera la necesidad de estar delgados para gustar y para poder
sentirnos bien.
Los factores causales de la anorexia son biológicos,
psicológicos, sociales y familiares y por ello se hace difícil distinguirlos de
los factores precursores, ya que por ejemplo hacer una dieta es una condición
necesaria pero no suficiente para que se dé el trastorno.
El
tratamiento de la anorexia combina un tratamiento médico, psiquiátrico,
psicológico, social, familiar y grupal, con ingreso hospitalario o de forma
ambulatoria dependiendo del paciente, de la gravedad e intensidad de los
síntomas en cada momento y de su cronicidad. Una de las dificultades con las
que nos encontramos en el tratamiento de este trastorno es la falta de
conciencia de los pacientes de su enfermedad. Es necesario hacer un diseño de
intervención individualizado que abarque toda la problemática que presente el
paciente. Un diagnostico precoz de esta patología es fundamental, por lo que
los padres, familiares más cercanos, educadores y amigos tienen que estar más
alerta de los síntomas de alarma para concienciar al paciente y acudir a un
profesional.
SINTOMAS
DE ALARMA
·
Pérdida significativa de peso.
·
Preocupación exagerada por la figura y el peso.
·
Amenorrea en las mujeres.
·
Ejercicio excesivo
·
Pertenencia a grupo de riesgo: atletas, ballet,
modelos...
A los padres, familiares, educadores y un poco a todos nos toca intentar prevenir a nivel primario la anorexia y para ello encuentro distintas maneras:
·
Tener una buena información de la enfermedad y sus
riesgos reales.
·
Modificar o corregir las conductas precursoras como
son las dietas.
· Detención del grupo de riesgo, sobre aquellos que se
sienten insatisfechos con la imagen corporal, tienen complejos, etc.
· Correcta educación alimentaria. Si uno practica
conductas anoréxicas de dietas y preocupación por perder peso es seguro que
trasmita esto a sus hijos y estos traten de imitarlos.
·
Sensibilización del peligro para la salud de las
restricciones alimentarias.
Ser consciente del gravísimo problema es un buen paso para no caer en las redes de la actual cultura de la delgadez.
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